Helloooo!!! Hace ya algunos días que no estaba por aquí y ya había dicho que no dejaría pasar mucho tiempo entre cada vez que escribo. Bueno antes que nada quiero agradecer a las personas lindas y hermosas que han leído y puesto comentarios en mis escritos, créanme que me provoca una alegría especial ver sus comentarios y sentir su cariño. Desde un inicio lo dije que este Blog lo inicio como algo para mi, algo para sacar ideas que tengo en mi cabeza, que la noche me provoca pensar y nunca paso por mi mente que la gente lo leyera o que hasta les gustara. No soy un escritor ni pienso serlo, pero de algo si estoy seguro es que cada palabra que escribo aquí es mía y viene desde muy dentro de mi ser.
Bueno habiendo dicho lo anterior y teniendo a esta noche de testigo, quiero compartir algo que he pensado desde hace varios días. Creo que hemos perdido mucho el valor de la gratitud. Así como se oye, no somos agradecidos. Veo que todos estamos tan apurados en día a día y perdemos de vista las cosas importantes que tenemos a nuestro alrededor. Dejamos que las presiones y los problemas sean lo más importante en nuestra vida. Que cuando llegamos a nuestras casas en lugar de platicar a gusto con la familia, estamos serios y sin hablar quizás esto es porque estamos exhaustos de todos los problemas a los que nos enfrentamos en el día, sin saber que la familia esta allí para decirnos solo palabras de aliento, de apoyo y de cariño. Es allí donde perdemos el don de la gratitud, el don de agradecer por lo que tenemos y por lo que recibimos.
El agradecer está en todas partes. Una vez saliendo de un Mc Donalds, un niño muy chico quizás de 4 años, me pidió dinero y al mismo tiempo volteaba mucho a ver una malteada que había comprado. Le pregunte ¿Quieres una? Y con su carita llena de alegría, me responde ¡Si! Regresamos adentro y se la pido. El veía como la estaban preparando, sinceramente no creo que en su vida haya pensado que podría tener una malteada para el solo. Al terminarla de hacer y la señorita me la da, pero le indico que es para el. El niño toma la malteada y me voltea ver con unos ojos que sin decir nada se veían las palabras “MUCHAS GRACIAS”. En el momento que estoy pagando el niño corre y sale del lugar con su malteada, al mismo tiempo la chava del mostrador me dice: “ni las gracias dio”. Y yo le respondo “no tuvo que hacerlo, si hubieras visto sus ojos sabrías que allí estaba el agradecimiento”. De pronto entra una señora con la malteada y agarrando al niño por el brazo. Se acerca a mi me dice: “tome este mocoso le robo su malteada”. Sinceramente me sentí mal porque era su mama y pensó lo peor de el. Le comente que no me la había robado que yo se la había regalado. Entonces cambio la mirada de la mujer y me dijo muchas gracias por ser así y se retiraron. Pensé que allí había terminado todo pero de pronto el niño regresa y me dice ¡GRACIAS!. Pude sentir la mirada de chava del mostrador como diciendo, tenias razón.
Esta muestra de agradecimiento por algo tan simple como una malteada me deja ver que hemos dejado de agradecer por lo mas Grandioso e Importante que tenemos…¡LA VIDA!. Hay que Valorarla, Quererla, Cuidarla y sobretodo ¡AGRADECERLA!
jueves, 3 de junio de 2010
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