miércoles, 15 de diciembre de 2010

Escuchándote en mi silencio

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que estuve por aquí? ya algunos meses y como siempre digo debo organizarme para escribir más seguido, ya que día a día suceden anécdotas o veo acciones que son interesantes de plasmar por escrito.

Esta noche estando aquí sentado leyendo algunos Tweets, respondiendo algunos correos, escribiendo en FaceBook y platicando por MSN (Si ya se son muchas cosas al mismo tiempo) me detuve y me quede por unos segundos esperando, aguardando que algo se escuchara y ¿saben lo que escuche? NADA ni un solo ruido, ni una sola voz, ni siquiera alguien afuera de la puerta caminando y fue entonces que una voz muy tenue se escucho, un sonido muy bajo apenas perceptible se dejaba escuchar. Sinceramente no sabía de dónde venía o como es que yo lo escuchaba, me quede quieto y sin moverme volví a escuchar esa voz, no alcanzaba a entender lo que me decía, pero sabía que me hablaba a mi. Me pare y me acerque a la ventana pero esto no hizo que la voz fuera más fuerte, al contario estoy seguro de que la voz se oía mas lejos o quizás el ruido de la calle no me dejaba nuevamente escuchar aquella voz. Me senté en la sala de mi casa y trate de quedarme lo mas quieto posible, tenía que saber de dónde venía esa voz. Cerré mis ojos y claramente escuche “Soy yo” al contrario de darme miedo o de no saber que pasaría, seguí con los ojos cerrados y nuevamente escuche la voz diciendo “Gracias por darme la oportunidad de hablarte”. Era algo extraño pero daba una sensación de tranquilidad el escuchar esa voz. Continúe con los ojos cerrados y fue entonces que reconocí la voz, ¿cómo no la había reconocido antes?, era mi propia voz, esa voz interna que a veces no la escuchamos por todo el ruido que hay a nuestro alrededor, por todos las complejos y conflictos que a veces traemos en nuestras cabezas, por todas las personas que no dejan que decidamos por nosotros mismos y por todo lo que nosotros consideramos más importante que conocernos y/o escucharnos. Esta noche continué escuchándome por varios minutos mas y comprendí que esa voz simplemente me decía lo que yo ya sabía de mi, lo que yo ya pensaba de mi, lo que yo ya tengo dentro de mi; pero hay momentos en esta vida que necesitamos escucharlo antes de creerlo.

“Aprendamos a escucharnos dentro del Silencio de cada uno nosotros”.